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16/01/2014

‘En primera persona’ no es lo mismo que ‘en persona’

Otra expresión que se ha puesto muy de moda es en primera persona. A la gente le gusta mucho, a juzgar por la cantidad de veces que la oigo en la radio y en la televisión, además de leerla en la prensa.

No hay que confundir en persona con en primera persona.
En persona es una locución adverbial que significa 'por uno mismo o estando presente' (DRAE). El Diccionario fraseológico documentado del español actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos (Aguilar), la define así: 'realmente o directamente, no por representación o mediación de alguien o algo'.

La primera persona se refiere a la persona gramatical que emplea un narrador en su relato. Veamos lo que dice el DRAE (los paréntesis son míos):
primera persona. Gram. La que designa, en el discurso, a quien habla (yo, nosotros/as).
segunda persona. Gram. Aquella a quien se dirige el discurso (tú, vos, usted, vosotros/as, ustedes).
tercera persona. Gram. La que designa, en el discurso, lo que no es ni primera ni segunda persona (él, ella, ello, ellos/as).

Magazine Fuera de Serie (El Mundo), 12 de enero de 2014

En narrativa se usa la primera persona cuando un personaje cuenta una historia, real o ficticia, refiriéndose a sí mismo, ya sea en singular o en plural. Es lo que se suele llamar «la voz del relato». Junto con el tiempo verbal que se va a emplear en el texto, escribir en primera persona, en segunda o en tercera es una de las decisiones más importantes que un escritor debe tomar para que la historia tenga credibilidad y enganche al lector.

«Nunca se sabrá cómo hay que contar esto, si en primera persona o en segunda, usando la tercera del plural o inventando continuamente formas que no servirán de nada. Si se pudiera decir: yo vieron subir la luna, o: nos me duele el fondo de los ojos, y sobre todo así: tú la mujer rubia eran las nubes que siguen corriendo delante de mis tus sus nuestros vuestros sus rostros. Qué diablos».

Julio Cortázar. «Las babas del diablo», del libro de cuentos Las armas secretas (1959).


Universidad Camilo José Cela. Para el Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 de diciembre).

Cuando algo afecta a uno mismo o tiene un contacto personal, es obvio que uno lo vive o lo hace por sí mismo o estando presente; esto es, en persona, no en primera persona. Si nos toca vivir algo, necesariamente debe ser en persona. Por tanto, dejemos la primera persona para los textos narrativos y vivamos la vida loca, como dice la canción. Aunque en estos tiempos habrá que vivirla como nos dejen.

27/11/2012

Locuciones latinas

Desde la publicación de la nueva Ortografía de la lengua española (2010), lo correcto es escribir las locuciones latinas con su grafía original, es decir, sin añadir tildes, ya que estas pertenecen a nuestro sistema de escritura, no al latín, que no las lleva. Así pues, hay que tratar los latinismos crudos, o sea, que no han sido adaptados al español, como tratamos las palabras o expresiones de otro idioma (extranjerismos): deben escribirse en cursiva y sin tilde.

El Mundo, noviembre de 2012
La locución latina ad libitum significa 'a gusto, a voluntad, a capricho, a elección'. 

El Mundo, noviembre de 2012

La escritura correcta de esta locución latina es motu proprio, sin la preposición de y con dos erres en proprio. Significa 'de manera voluntaria, por propia iniciativa'.

Sí deben llevar tilde las palabras tomadas del latín que han sido adaptadas a nuestro idioma. Como es lógico, se escriben siguiendo las reglas generales de acentuación: currículum (ojo, pero curriculum vitae [expresión latina]), hábitat, pódium, accésit, vademécum, déficit, álbum, facsímil, referéndum, solárium, etc.
El Mundo, noviembre de 2012


In extremis: literalmente, 'en las últimas'. En este caso, significa 'al final, en los últimos instantes de una situación peligrosa o comprometida' (DLE).



Si no estamos seguros de que el latinismo que vamos a emplear es correcto, siempre es mejor que usemos la expresión en español, así evitaremos caer en el error y que nos tachen de pedantes.

25/09/2012

Para ‘más’ información, no ‘mayor’

Otra expresión que está muy extendida en el uso es para mayor información.

Si os fijáis en las cajas de medicamentos que tenéis en casa observaréis que en muchas de ellas puede leerse esta frase. También en numerosas páginas webs: Para mayor información consulte/visite/contacte/escriba/llame/haga clic...

Es erróneo emplear el adjetivo mayor en lugar del adverbio más. Mayor es el comparativo de superioridad de grande, por lo tanto, significa ‘más grande’. Lo que debe utilizarse es el comparativo de cantidad más, que da una idea de ampliación, aumento de materia o superioridad comparativa. Así, lo que estamos diciendo es que la información será más completa y detallada.

El Diccionario panhispánico de dudas explica que uno de los usos de mayor es «cuando se emplea con valor comparativo, esto es, con el significado de ‘que excede a otra cosa en tamaño, cantidad, calidad o intensidad’». Entonces, esta expresión quizá haya sufrido un recorte impropio y tenga una elipsis: Para mayor (cantidad de) información. No obstante, la economía expresiva debe tener una correcta adecuación de las palabras.

Para más información es, pues, la forma apropiada.

08/04/2012

El tiempo de la climatología

¿Os habéis preguntado por qué últimamente se empeñan en decir la climatología cuando deberían decir el tiempo?

A veces, en nuestro afán por dar a entender que somos leídos y escribidos, incurrimos en errores que finalmente nos hacen parecer justo lo contrario.

Os decía en la entrada «A día de hoy», que en el lenguaje también nos movemos por modas, muchas de ellas presentes a diario en los medios de comunicación; por eso podemos dudar y pensar que son correctas. Sin embargo, conviene saber que algunas de estas expresiones, aunque las escuchemos reiteradamente, son incorrecciones manifiestas.

El elemento compositivo sufijo (es el que se une por detrás a una palabra o a su raíz) -logía (del griego) significa 'estudio', 'ciencia', 'tratado': psicología, biología, geología, etc. En algunas palabras tiene un sentido colectivo: antología (colección de piezas selectas de literatura, música, etc.), sintomatología (conjunto de síntomas),  fraseología (conjunto de expresiones y frases hechas).


Diario de Valladolid. El Mundo, 6 de abril de 2012

La climatología estudia el clima, así que es poco probable que podamos usar correctamente esta palabra con tanta frecuencia.




Para saber con exactitud lo que significan estos términos, veamos cómo lo explican los entendidos en esta disciplina científica:
 
El estudio de la atmósfera se ha dividido clásicamente en dos áreas: la meteorología y la climatología. La meteorología trata de explicar, analizar y en último término predecir los fenómenos físicos que se desarrollan en la atmósfera y que llamamos tiempo. El tiempo se puede considerar como el estado que presenta la atmósfera en un lugar y momento dados, caracterizado por la presión, la temperatura, la humedad, la nubosidad, la precipitación, intensidad y dirección del viento. Sin embargo, la climatología trata de documentar, analizar y explicar las variaciones espaciales de las variables meteorológicas involucrando varias escalas temporales (mensuales, anuales, estacionales…), que dan lugar al clima de una determinada región [...].
 
IRENE SENDIÑA NADAL y VICENTE PÉREZ MUÑUZURI: Fundamentos de meteorología, cap. I, pág. 16.

Queda claro que es errónea la idea de que clima y tiempo son palabras sinónimas.
Por lo tanto, si en el próximo mes de agosto Andalucía registrara temperaturas de 17 ºC y lloviera sin interrupción, no tendría que ver con las condiciones climatológicas o la climatología adversa, sino con las condiciones meteorológicas o el estado del tiempo.

04/12/2011

A día de hoy

Hace varios años que esta expresión se puso de moda, aunque quizá sea ahora cuando haya alcanzado su auge de forma más generalizada. Desde este modesto blog me gustaría contribuir al descenso en el uso de las expresiones a día de hoy, al día de hoy.

Esta expresión, calco del francés aujourd’hui, está muy extendida en los medios de comunicación y parece que quien no la usa es porque no está al día en lo referente a tendencias periodísticas o políticas.

Oraciones como estas son incorrectas:
*Un edificio que lleva bastante tiempo abandonado y que al día de hoy se encuentra totalmente vacío.
*En España, a día de hoy, harían falta más de 5000 camas especiales para atender problemas geriátricos.
*La Plataforma incorpora algunas de las tecnologías más populares a día de hoy. (www.fundeu.es).


En nuestro idioma tenemos varias formas para referirnos a que algo determinado ocurre actualmente, y así nos lo señala el Diccionario panhispánico de dudas: hoy por hoy, hasta hoy, hasta ahora, hasta este momento, etc.; o, sencillamente, hoy, en el día de hoy, hoy en día, ahora o en la actualidad, según los casos. Con tanta locución donde elegir, ¿qué lleva a los medios a preferir utilizar a día de hoy

Además, cabe señalar que el DPD nos advierte lo siguiente:

  No debe confundirse la locución temporal desaconsejada (a[l] día de hoy) con el correcto uso de la secuencia al día de hoy: «Esa simpatía se fue diluyendo hasta llegar al día de hoy, en que, si hubiere elecciones, el PAN no alcanzaría ni siquiera el ansiado 4 %» (Hora [Guat.] 13.2.97).

La construcción hasta llegar al día de hoy, citada en el ejemplo del DPD, nos indica que el uso correcto de al día de hoy tiene el significado de hasta hoy o hacia hoy, del mismo modo que también sería correcto al día de mañana, con el sentido de hasta mañana o hacia mañana.

Aquí tenéis otros ejemplos de su uso correcto:  

Estos son solo algunos de los hitos que se han ido jalonando a través de los siglos hasta llegar al día de hoy.
La DGT adelanta al día de hoy la segunda fase de la operación salida en Murcia, por ser festivo mañana.  (www.wikilengua.org).

En el lenguaje también nos movemos por modas, pero es conveniente saber cuáles son correctas y cuáles no para poder decidir usar unas u otras.

27/11/2011

Extranjerismos innecesarios

Ningún idioma es totalmente puro; todas las lenguas han tomado prestado algo de otras lenguas. Estos préstamos son extranjerismos, palabras o expresiones de origen extranjero que se usan en una lengua determinada. 

Muchas palabras de origen extranjero están aceptadas por la RAE porque su grafía ha sido hispanizada, es decir, se han adaptado a nuestro idioma. Son los llamados extranjerismos adaptados. Se trata de préstamos que, por ser palabras totalmente integradas en la lengua, siguen las normas generales de acentuación.

Las palabras que tomamos de otras lenguas, y que no han sido adaptadas, se conocen como extranjerismos crudos. Estos conservan su pronunciación y escritura original, y deben ir destacados en cursiva (o entre comillas si no es posible usar la cursiva) para dejar claro que no son términos de la lengua española, por lo que no están sujetos a las normas del español.

Algunos extranjerismos son necesarios: se emplean porque no existe un término apropiado en español que sirva para traducirlos. Es el caso de jazz, blues, rugby, cricket, pizza, mezzosoprano, etcétera.

Otros son totalmente innecesarios porque tenemos un término específico en español para referirnos a ellos; por ejemplo: antidoping por antidopaje; soundtrack por banda sonora; show por espectáculo, gala, función, exhibición o número; look por aspecto, imagen, apariencia o aire; email por correo electrónico; link por enlace; business class por clase preferente; online por en línea, conectado, digital o electrónico; decalaje por desajuste; parking por aparcamiento, estacionamiento o garaje. Aunque la RAE, en el Diccionario panhispánico de dudas, acepta la adaptación parquin (plural párquines), prefiere que se usen las palabras españolas por ser términos equivalentes.

El Mundo, noviembre de 2011

Nuestro idioma recibe muchos extranjerismos que provienen de diferentes idiomas, sobre todo del inglés. Algunos hace mucho tiempo que los hemos adaptado; por eso nos suenan tan nuestros. Otros, como campin, son adaptaciones recientes.

Os muestro algunos casos específicos de extranjerismos adaptados:

Arabismos, del árabe: zaguán, almohada, acequia, ojalá.
Italianismos, del italiano: novela, escopeta, acuarela, arlequín.
Germanismos, del alemán: guerra, cuarzo, vals, brindis.
Anglicismos, del inglés: fútbol, espray, líder, campin.
Americanismos, de las lenguas indígenas de América o de algún país americano: tomate, cacahuete o cacahuate, maíz, patata.
Lusismos o lusitanismos, del portugués: mermelada, chubasco, caramelo, ostra.
Catalanismos, del catalán: butifarra, forastero, barraca.
Galleguismos, del gallego: morriña, vieira, botafumeiro.
Vasquismos, del vascuence o euskera: aquelarre, zamarra, chaparro.

Dejo para el final los galicismos, palabras o giros de la lengua francesa que se emplean en otra lengua. Muchos se han adaptado al español, por tanto, lo correcto es usar el término adaptado a nuestro idioma.


Palabras como carné, chalé, bidé, parqué, cabaré, palé, corsé, capó, balé (esta última aún no la recoge el DRAE, pero ya está hispanizada), son galicismos adaptados. Es innecesaria su escritura en francés porque tenemos la palabra española para poder usarla. En su idioma de origen acaban en -t, pero en castellano debemos escribirlas sin ella, y con tilde por ser palabras agudas que terminan en vocal.

Todas las lenguas tienen préstamos de otras: es lo normal, ya que el lenguaje está en continua evolución.

10/10/2011

Uso erróneo de la preposición ‘a’


Afirmaba el escritor André Gide (París, 1869-1951) que «todo está dicho, pero como nadie escucha es necesario volver a decirlo constantemente».
 
Pues aquí me tenéis perseverando hasta que los redactores de El Cultural del periódico El Mundo se decidan a escribir correctamente la locución adverbial de arriba abajo.

De arriba abajo es una locución adverbial formada por tres palabras que constituyen un conjunto sintáctico indivisible que se comporta igual que un adverbio.

Como ya apunté anteriormente, el Diccionario panhispánico de dudas nos aclara que los adverbios arriba y abajo pueden ir precedidos de las preposiciones de, desde, hacia, para o por, pero nunca de la preposición a, ya incluida en la forma de estos adverbios.
Seguimos con el periódico El Mundo, donde he encontrado este *a parte.

Recurro de nuevo al DPD: 

Aparte se escribe siempre en una sola palabra. No debe confundirse con la combinación ocasional de la preposición a y el sustantivo parte: «Se trata de un camino que no conduce a parte alguna» (País [Esp.] 6.10.77). 

Aparte puede funcionar como adverbio, como adjetivo, como sustantivo y como preposición:



a) Como adverbio significa ‘en otro lugar’: «De entre ellos [los conejos], puso aparte algunos» (Sánchez Héroe [Col. 1988]); y ‘separadamente, por separado’: «Por su construcción hay que considerar aparte un grupo de consecutivas que la Gramática tradicional ha estimado como consecutivas “subordinadas”» (RAE Esbozo [Esp. 1973] 553). 
Con verbos como dejar, poner y similares, aparte significa también ‘fuera o al margen’: «Dejando aparte la moral, quizá su negativa daba de él una imagen equivocada» (SchzEspeso Alas [Esp. 1985]). En estos casos, es frecuente la omisión del verbo, pudiendo quedar el adverbio antepuesto o pospuesto al sustantivo: «La doctrina europeísta ha tenido, aparte su acierto o su error, una utilidad indiscutible» (CSerraller Paisajes [Esp. 1998]); «Pero bromas aparte, yo empiezo a sentir miedo» (Tusquets Mar [Esp. 1978]). 
b) Como adjetivo significa ‘distinto o singular’: «Cada cosa de este mundo [...] era un caso aparte, una singularidad que no admitía comparaciones» (Pombo Metro [Esp. 1990]). 
c)Como sustantivo es masculino y se usa normalmente con los sentidos de ‘palabras que, en un texto teatral, dicen uno o más personajes fingiendo que no las oyen los demás presentes en la escena’ y ‘conversación entre dos o más personas al margen de otras presentes’: «La marquesa de Villaverde, en un aparte, le contestó: “Alteza, esto no es probable”» (Herrero Ocaso [Esp. 1995]).
d) Forma la locución preposicional aparte de, que significa ‘con omisión de, al margen de’: «Aparte de esto, la situación general se va a agudizar con el aumento del desempleo» (Universal [Ven.] 6.4.99).

Para finalizar, otro error del que ya hablé en la entrada Contrarreloj: una carrera sin obstáculos preposicionales.


En este contexto, lo correcto es contra reloj, ya que es una locución adverbial y debe escribirse en dos palabras. Por qué está escrito en cursiva es un misterio que ignoro.

Definición de la Fundéu:

contrarreloj/contra reloj
Se escribe preferentemente en una palabra usado en aposición a carrera, prueba, etc.
Como sustantivo femenino o usado en aposición a carrera, prueba, etc., donde los participantes se clasifican según el tiempo que tarden en llegar a la meta, hoy preferentemente se escribe en una sola palabra: El año pasado ganó la contrarreloj. Cuando es locución adverbial, en el sentido de 'con suma urgencia o con un plazo de tiempo perentorio', se escribe en dos palabras: Trabajaron todo el día contra reloj.
Es incorrecto el uso de la construcción precedida de la preposición a (a contra reloj).

25/09/2011

Silvia Tarragona: sin propósito de enmienda

Este mes se han cumplido tres años de emisión del programa Afectos en la noche, de Radio Nacional de España, dirigido y presentado por la periodista doña Silvia Tarragona.

Entiendo que la radio es un medio donde uno puede equivocarse fácilmente debido a lo mucho que se habla. Sin embargo, los errores que comete la señora Tarragona no son fruto de una equivocación puntual, como nos puede ocurrir a todos, sino que los repite sin pudor programa tras programa.

Como directora y presentadora de un programa en la radio pública, considero que tiene la obligación de hablar correctamente el español, sin los continuos errores gramaticales y léxicos que comete, algunos, en mi opinión, bastante graves. 

La página web de la Oficina de Corrección del Español, Cosas de la Lengua, ha trasladado a esta señora de la Comisaría de Papel a la Cárcel de Papel «por amoldar el español a su gusto personal y convertirlo en un popurrí de anglicismos, galicismos, catalanismos y todos los etcéteras posibles para pasmo y asombro de sus escuchantes».  



Vaya por delante que no tengo absolutamente nada en contra de Silvia Tarragona y que escribo esta entrada porque creo que es mi derecho, ya que se trata de una radio que pagamos todos. 

*así pues que por así pues o así que.
*ojicpláctico por ojiplático (aún no está admitida por la RAE, pero es correcta y su uso es habitual).
*ímprobe por ímprobo.
*trenta y *vente por treinta y veinte.
*mondología por mundología.
ponderar por opinar.
como por cuanto, en frases como esta: *como más tiempo pasa.
*contra más por cuanto más.
pudiera o pudiese, hubiera o hubiese, tuviera o tuviese, etc., como si lo correcto fuera decir siempre juntas ambas formas del pretérito imperfecto de subjuntivo.
*ambos los dos por ambos / *ambas las dos por ambas.
*empeciñar por empecinar.
partner por pareja o compañero.
establishment por clase dirigente o dirigentes.
personal assistant por asistente personal. 
restaurant por restaurante. 
*la privacidad de la intimidad, redundancia pura y dura. 
target por público objetivo o, simplemente, objetivo. 
décalage (lo pronuncia en francés exagerado), por desfase o desajuste.
*la cual cosa quiere decir por lo que quiere decir.
inputs por preguntas (en lugar de hacer preguntas hace inputs).
*Puerto Prins, pronunciado así, para referirse a Puerto Príncipe.
incerteza por incertidumbre (el DRAE la recoge, pero remite a incertidumbre, que es la forma correcta).
*han habido por ha habido, *hayan muchas preguntas por haya muchas preguntas, etc. (la forma impersonal del verbo haber es siempre singular).
*de per se y *de per sí en lugar de per se (locución latina) o de por sí. 
metodología por actitud (aludiendo a la actitud displicente de una persona a quien había hecho una pregunta).
*sin ánimo doloso o pernicioso por sin ánimo de ofender o molestar.
*delante mío por delante de mí, *detrás tuyo por detrás de ti.
*condució por condujo.
*inconsustancial por insustancial.
*contrayeron por contrajeron.
*manteniera por mantuviera.
*indelébele por indeleble.
*cónyugue por cónyuge.
*reprocidad por reciprocidad.
*shofer, pronunciado en una especie de francés, por chófer.
*echar un golpe de mano por echar una mano.
*desafavorecido por desfavorecido.
*conmisceración por conmiseración.
*son la una de la madrugada por es la una de la madrugada (el verbo va en singular si se trata de la una y en plural en el resto de los casos [DPD]).
Albert *Teinstein por Albert Einstein.
*Perogullo por Perogrullo.
iceberg lo pronuncia /áisberg/, como se dice en inglés. En muchos países de América está consolidada esta pronunciación, pero en el español de España debe pronunciarse iceberg, tal como se escribe.
*llover opíparamente por llover copiosamente, por ejemplo. El adjetivo opíparo se refiere a una 'comida o banquete que es copioso, abundante, espléndido'.
*prendiendo por aprendiendo.
*la hacha por el hacha.
*degoteo por goteo.
*embrazo/embrazada por embarazo/embarazada.
buscarle *seis pies al gato. Las locuciones verbales correctas son buscarle tres, o cinco, pies al gato (DRAE).
*strictu sensu por stricto sensu. Esta locución latina significa 'en sentido estricto'.
*antelequia por entelequia.

Con toda seguridad, faltan muchos más errores por apuntar aquí. Así pues, ampliaré la lista si es necesario.