30/10/2011

La tilde diacrítica en el adverbio ‘solo’

La supresión de la tilde en el adverbio solo en la nueva Ortografía de la lengua española (2010) ha generado polémica porque muchas personas sostienen que es necesaria para aclarar el significado de una frase, evitando así el riesgo de ambigüedad. Finalmente, son muchos los que no están conformes con la norma y no la aplican, pero lo correcto es escribirlo sin tilde.

En la Ortografía de 1959 la Academia ya suprimía la tilde en este adverbio y decía que podía llevarla para evitar una ambigüedad. Ahora, eliminando esta tilde, la RAE no ha abierto un nuevo proceso, sino que ha dejado claro que se puede prescindir de la tilde incluso cuando se trate de un caso de doble interpretación.

La tilde diacrítica es una excepción dentro de las reglas de acentuación. Esta tilde nos sirve para diferenciar palabras que se escriben igual pero tienen significados distintos, como te (pronombre, con distintos valores) y (sustantivo, infusión). La regla de la tilde diacrítica opone la palabra tónica a la átona, es decir que, para poder usarla, una palabra debe ser tónica y otra átona, como ocurre con los ejemplos anteriores: té, tónico (lo pronunciamos elevando el tono), y te, átono (sin relieve en la pronunciación). No decimos *Té aviso de que no iré, sino Te aviso de que no iré.

 El Mundo, 24 de octubre de 2011

En el caso de solo, las dos palabras, el adverbio y el adjetivo, son tónicas. Por lo tanto, solo constituye una excepción al oponer dos palabras que son tónicas, o sea, que las dos las pronunciamos con la misma elevación del tono. Igual decimos Solo tengo quince años (adverbio), que Estoy solo en casa (adjetivo). Este es el porqué de la eliminación de la tilde en el adverbio solo.

Otro ejemplo sería la forma verbal ve: Ve a comprar pan; No ve el peligro. En la primera oración se trata del verbo ir y en la segunda del verbo ver. Las dos son palabras tónicas; por eso no las diferenciamos con tilde diacrítica.

El filólogo costarricense Cristian Fallas Alvarado, colaborador en la nueva Ortografía a través de la comisión de la Academia Costarricense de la Lengua, explica que «los casos de ambigüedad con solo se pueden evitar como cualquier otro de los tantos que pueden presentarse en la lengua. La ambigüedad está relacionada con el contexto, el orden de las palabras o la puntuación, pero no con la tilde, que solo marca la vocal perteneciente a la sílaba tónica de una palabra. Además, hay sinónimos que pueden sustituir a ese adverbio: solamente y únicamente».

Salvador Gutiérrez Ordóñez, académico coordinador de la Ortografía, nos ofrece ejemplos de casos de ambigüedad donde ya no se tildan estas palabras:

Aquello le ocurrió de nuevo. ¿Cuando era nuevo o nuevamente? 
El bombero acudió pronto. ¿Acudió veloz o con tiempo de sobra?
El defensa juega limpio. ¿Juega honradamente o aseado?
Hoy trabaja seguro. ¿Seguro que trabaja hoy o trabaja de forma segura?
Esto es algo aburrido. ¿Es una cosa aburrida o es un poco aburrido?
Claro que lo veo. ¿Está claro que lo veo o lo veo de manera clara?
El rumor cierto rompió la familia. ¿El rumor verdadero o ciertamente?
Compró un piso primero. ¿Lo compró antes o era un primer piso?

Quizá nos cueste adaptarnos a los cambios ortográficos; sin embargo, la RAE, en el establecimiento de la norma, que no deja de ser un proceso complejo, trata siempre de hacer propuestas coherentes y buscar un equilibrio.

24/10/2011

La conjunción ‘o’ no lleva tilde

Seguimos con la nueva Ortografía de la lengua española. Ahora le toca el turno a la conjunción o, que también existe.

Anteriormente, la Academia recomendaba usar la tilde en esta conjunción cuando iba entre cifras para no confundirla con el número cero: Le dio 20 ó 30 espárragos.

El Cultural, octubre de 2011

A partir de la nueva norma lo correcto es escribirla sin tilde, conste entre cifras, símbolos o palabras (la Academia nunca dijo que hubiera que tildarla entre palabras). ¿Por qué la RAE ha suprimido esta tilde? Porque considera que es casi imposible que la podamos confundir con el cero.

La Academia trata de ser coherente y tiende a unificar el lenguaje. Si nos dice que los monosílabos no llevan tilde (salvo la diacrítica, que nos permite diferenciar palabras), tampoco debe llevarla la conjunción o, ya que es una palabra monosílaba que se pronuncia siempre átona, es decir, inacentuada, sin relieve en la pronunciación.

Por otra parte, como ya hemos visto en otras entradas, los números de cuatro cifras se escriben sin punto y sin espacios de separación.

La explicación de por qué podemos prescindir de la tilde en el adverbio solo, que se repite dos veces en el texto, la incluyo en otra entrada para poder ilustrarla con más detalle.

19/10/2011

Cambios en las normas: el prefijo ‘ex-’

El 17 de diciembre de 2010 se publicó la última edición de la Ortografía de la lengua española. A pesar del tiempo transcurrido, muchos medios de comunicación siguen sin aplicar las nuevas normas.

Es el caso del prefijo ex- con el significado de ‘que fue y ya no es’. Este prefijo ya no se siente tan solo porque ahora recibe el mismo tratamiento que el resto de los prefijos: debemos escribirlo junto a la palabra que le sigue.

 El Mundo, 14 de octubre de 2011


Así pues, lo correcto hubiera sido escribir extesorero y exsenador.

Hasta la llegada de las nuevas normas, el español no admitía la escritura de seguida de s. Ahora vemos que se forman secuencias nuevas como ocurre con exsenador, exsocialista, exsecretario, exsacerdote, etcétera. 

Elena Hernández Gómez, jefa del equipo de redacción de la obra y del Departamento de «Español al día», nos explica que «la confluencia de xs en palabras prefijadas puede ser redundante, pero esta nueva secuencia es una combinación posible que no produce ningún problema de pronunciación ni quebranta ninguna regla ortográfica».
   
No obstante, hay una excepción: cuando al prefijo ex- le siguen varias palabras que juntas forman una unidad, el prefijo debe escribirse separado. Ejemplos: ex primer ministro, ex mano derecha, ex cabeza rapada, ex alto cargo, etc. Y cuando la siguiente palabra empiece con mayúscula se escribirá con guion: los ex-Lakers, porque una letra mayúscula no puede quedar dentro de una palabra. Otros ejemplos de prefijos con guion son estos: anti-Zapatero, pro-ONU, sub-21 (se escribe guion ante las cifras).

Por último, la Fundéu nos aclara que «ex- también puede funcionar como sustantivo cuando se refiere a una persona que ha dejado de ser cónyuge o pareja de otra: Ayer me encontré a mi ex; su plural es invariable: Todos sus ex son rubios».

15/10/2011

Másteres y posgrados

La Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Valladolid publicó hace unos días este anuncio:


Podéis ampliarlo haciendo clic en la imagen

Máster es una palabra tomada del inglés master a la que hemos hispanizado su grafía, como se ha hecho con otras muchas; por eso debe acentuarse según dictan las reglas generales. Su plural es másteres.

Definición del Diccionario panhispánico de dudas:
máster. Voz tomada del inglés master, que designa, en algunos países americanos, el grado universitario inmediatamente inferior al de doctor, así como la persona que lo posee. En español debe escribirse con tilde por ser palabra llana acabada en –r.
Con el mismo sentido se emplea también la voz magíster. El término máster designa además, en general, cualquier curso de posgrado, normalmente orientado a la inserción laboral, y a la persona que lo ha realizado: «Empieza un máster en Museografía Etnográfica» (Vanguardia [Esp.] 16.1.95); «Es ingeniero industrial y máster en Administración de Empresas» (Vanguardia [Esp.] 3.12.94). Referido a grado o curso, es masculino; referido a persona, es común en cuanto al género: el/la máster.
Con sentidos equivalentes a los del anglicismo máster se emplea en gran parte de América la voz maestría.
El plural de máster debe ser, en español, másteres.

La Fundación del Español Urgente también nos ofrece una valiosa información:
«másteres» y no «masters»

La Fundación del Español Urgente explica que el plural de máster es másteres y no masters como aparece escrita en muchos medios de comunicación.
Ocurre con cierta frecuencia que los hispanohablantes, al percibir una palabra como extranjera, forman su plural siguiendo el de la lengua originaria, y eso es lo que ocurre con máster, tomada del inglés master y adaptada a la ortografía española poniéndole una tilde en donde corresponde según las normas de acentuación de nuestra lengua.
Y si esa palabra se escribe con tilde y en letra redonda (sin comillas ni cursiva) debe tratarse como cualquier otra palabra española, por lo que su plural natural es másteres y no masters, que es su plural en inglés.
Visto lo anterior, la Fundéu BBVA advierte del error que se comete al usar ese plural ajeno al español, como sucede también con otras formas como póster (pósteres) o dosier (dosieres).
Además, la Fundéu BBVA recuerda que en la mayoría de los países hispanohablantes no se utiliza el término máster y en su lugar se emplea la voz española maestría.

Otra cuestión es la palabra postgrado. El DRAE aún la recoge, pero remite a posgrado, que es la forma más correcta.

La Fundéu nos pone al día de todas las novedades de la RAE, y en esta ocasión nos recuerda que la nueva Ortografía recomienda el uso de la forma pos-.
pos-/post-  
Se recomienda la forma pos- en todos los casos.
La nueva Ortografía de la lengua española recomienda que en todos los casos se emplee la forma pos-: posguerra, posdata, posdiluviano, posoperatorio, poselectoral, etc.
Se establece una excepción: cuando la palabra a la que se une el prefijo comienza por s-, lo recomendable es escribir post-: postsocialismo, postsindical... 
Además, se recuerda que el guion es necesario cuando el prefijo se une a una palabra que empieza con mayúscula: pos-Modernismo, y que se escribirá separado y sin guion cuando la base léxica conste de más de una palabra: pos Edad Media, pos guerra civil.

10/10/2011

Uso erróneo de la preposición ‘a’


Afirmaba el escritor André Gide (París, 1869-1951) que «todo está dicho, pero como nadie escucha es necesario volver a decirlo constantemente».
 
Pues aquí me tenéis perseverando hasta que los redactores de El Cultural del periódico El Mundo se decidan a escribir correctamente la locución adverbial de arriba abajo.

De arriba abajo es una locución adverbial formada por tres palabras que constituyen un conjunto sintáctico indivisible que se comporta igual que un adverbio.

Como ya apunté anteriormente, el Diccionario panhispánico de dudas nos aclara que los adverbios arriba y abajo pueden ir precedidos de las preposiciones de, desde, hacia, para o por, pero nunca de la preposición a, ya incluida en la forma de estos adverbios.
Seguimos con el periódico El Mundo, donde he encontrado este *a parte.

Recurro de nuevo al DPD: 

Aparte se escribe siempre en una sola palabra. No debe confundirse con la combinación ocasional de la preposición a y el sustantivo parte: «Se trata de un camino que no conduce a parte alguna» (País [Esp.] 6.10.77). 

Aparte puede funcionar como adverbio, como adjetivo, como sustantivo y como preposición:



a) Como adverbio significa ‘en otro lugar’: «De entre ellos [los conejos], puso aparte algunos» (Sánchez Héroe [Col. 1988]); y ‘separadamente, por separado’: «Por su construcción hay que considerar aparte un grupo de consecutivas que la Gramática tradicional ha estimado como consecutivas “subordinadas”» (RAE Esbozo [Esp. 1973] 553). 
Con verbos como dejar, poner y similares, aparte significa también ‘fuera o al margen’: «Dejando aparte la moral, quizá su negativa daba de él una imagen equivocada» (SchzEspeso Alas [Esp. 1985]). En estos casos, es frecuente la omisión del verbo, pudiendo quedar el adverbio antepuesto o pospuesto al sustantivo: «La doctrina europeísta ha tenido, aparte su acierto o su error, una utilidad indiscutible» (CSerraller Paisajes [Esp. 1998]); «Pero bromas aparte, yo empiezo a sentir miedo» (Tusquets Mar [Esp. 1978]). 
b) Como adjetivo significa ‘distinto o singular’: «Cada cosa de este mundo [...] era un caso aparte, una singularidad que no admitía comparaciones» (Pombo Metro [Esp. 1990]). 
c)Como sustantivo es masculino y se usa normalmente con los sentidos de ‘palabras que, en un texto teatral, dicen uno o más personajes fingiendo que no las oyen los demás presentes en la escena’ y ‘conversación entre dos o más personas al margen de otras presentes’: «La marquesa de Villaverde, en un aparte, le contestó: “Alteza, esto no es probable”» (Herrero Ocaso [Esp. 1995]).
d) Forma la locución preposicional aparte de, que significa ‘con omisión de, al margen de’: «Aparte de esto, la situación general se va a agudizar con el aumento del desempleo» (Universal [Ven.] 6.4.99).

Para finalizar, otro error del que ya hablé en la entrada Contrarreloj: una carrera sin obstáculos preposicionales.


En este contexto, lo correcto es contra reloj, ya que es una locución adverbial y debe escribirse en dos palabras. Por qué está escrito en cursiva es un misterio que ignoro.

Definición de la Fundéu:

contrarreloj/contra reloj
Se escribe preferentemente en una palabra usado en aposición a carrera, prueba, etc.
Como sustantivo femenino o usado en aposición a carrera, prueba, etc., donde los participantes se clasifican según el tiempo que tarden en llegar a la meta, hoy preferentemente se escribe en una sola palabra: El año pasado ganó la contrarreloj. Cuando es locución adverbial, en el sentido de 'con suma urgencia o con un plazo de tiempo perentorio', se escribe en dos palabras: Trabajaron todo el día contra reloj.
Es incorrecto el uso de la construcción precedida de la preposición a (a contra reloj).

02/10/2011

Los años se escriben sin punto

El título de hoy a muchos os parecerá obvio, pero escribir los años con un punto es un error más frecuente de lo que pensamos.

En este comunicado que os muestro podéis ver que el año 2011 lo han escrito con un punto.
La norma nos dice que los números de cuatro cifras se escriben sin punto y sin espacios de separación. En el caso concreto de los años y los números de páginas, nunca llevan punto ni deben usarse espacios. 

Veamos ahora las incorrecciones de arriba abajo:

 

SA: según el Diccionario panhispánico de dudas, una abreviatura «es la representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de alguna de las letras o sílabas de su escritura completa y que siempre se cierra con un punto». No obstante, la nueva Ortografía (2010) apunta que «cuando la lectura por deletreo o como palabra llega a desplazar a la lectura como abreviatura, puede prescindirse de los puntos abreviativos, considerando que estas secuencias, originalmente abreviaturas, han pasado a funcionar ya como siglas: SA, SL, RIP».

Capítulo lleva tilde porque es esdrújula. Las palabras esdrújulas se acentúan siempre.

Como ya vimos en la entrada «Días y meses: mayúsculas, minúsculas y abreviaturas», los meses se escriben con minúscula inicial.


Por último, y no por ello menos importante, el símbolo del porcentaje (%) ahora debe escribirse con un espacio de separación respecto de la cifra a la que acompaña. Se trata de una norma reciente que pocos utilizan; sin embargo, es la forma correcta.

La Fundéu nos lo explica muy bien:

Los símbolos se separan con un espacio de las cifras

Cuando se escribe una cifra seguida de un símbolo ha de dejarse un espacio entre los dos. Es frecuente ver escritos los símbolos de unidades monetarias, como el del peso y el dólar ($) y el del euro (€), así como los de las unidades físicas y matemáticas, como el de porcentaje (%) y el de grado Celsius (°C), escritos sin separación alguna de la cifra a la que afectan: «La nueva tarifa es de 5,75€, lo que significa una subida del 23%».

Sin embargo, tanto el Sistema Internacional de Magnitudes de la ISO, como la Ortografía de las Academias de la Lengua establecen que ha de dejarse un espacio entre la cifra y el símbolo, cuando este último va pospuesto, de modo que lo correcto hubiera sido «La nueva tarifa es de 5,75 €, lo que significa una subida del 23 %»; la única excepción son los símbolos escritos íntegramente volados, en particular los de grado de ángulo y sus divisiones.
Aunque las propias Academias aconsejaron durante un tiempo eliminar este espacio en el caso concreto de los porcentajes, en la última edición de la Ortografía prefieren no establecer ninguna excepción.

Es verdad que la Academia puede cambiar cada cierto tiempo las reglas que ya teníamos aprendidas, pero es lo que tiene el idioma, que está abierto al cambio y en constante evolución.