Deberíamos empezar por el principio para evitar confusiones: el género gramatical no tiene nada que ver con el sexo. Por mucho que se empeñen algunos apelando a la igualdad, fraternidad y solidaridad, estos dos conceptos no son lo mismo, por lo tanto, no hay que confundirlos.
Los sustantivos (nombres), entre otras cosas, poseen género gramatical con el que deben concordar los determinantes y adjetivos: la (artículo femenino) manta (sustantivo femenino) gruesa (adjetivo femenino).
El sexo, por otra parte, es una condición biológica específica de los animales y las plantas.
Existen numerosos sustantivos de género femenino que obligatoriamente van acompañados por los determinantes el o un. Esto ocurre cuando el sustantivo femenino comienza por /a/ tónica, es decir, que el acento recae en esta a. Colocando el artículo masculino se evita la cacofonía; por ejemplo: el arma, el ave, el agua, el águila, el alma, el área, el asa, el hacha, el hambre, el habla, el hada, el haya, el África, el Asia, etc.
Cuando entre el determinante y el sustantivo hay otra palabra, debe haber concordancia de géneros entre ellas: La misma arma; La helada agua; La afilada hacha; Una vasta área; Una poderosa águila; Una piadosa alma.
Diario de Valladolid. El Mundo |
También los indefinidos algún y ningún se combinan con sustantivos femeninos:
algún águila majestuosa, ningún hacha afilada (no *algún águila majestuoso, *ningún hacha afilado). Pero si entre el indefinido y el sustantivo se interpone otra palabra, no se produce la apócope: ninguna majestuosa águila, ninguna afilada hacha. También cuando el adjetivo va pospuesto debe concordar en femenino con el sustantivo: algún águila majestuosa, algún hacha afilada (no *algún águila majestuoso, *algún hacha afilado). (Diccionario panhispánico de dudas).
Todas son palabras femeninas, así pues, si van en plural o junto a otras palabras que las modifican, siguen siendo de género femenino: toda el hambre, poca agua, otra ave, muchas habas, esas hachas, unas aulas, esta área, aquella ave, las asas, estas hadas, unas hayas...
No obstante, hay excepciones: la árbitra, la hache, la ciudad de La Haya (el artículo forma parte del nombre propio), los nombres propios de mujer, como la Ana de la que hablamos, los nombres propios de compañías, como la Alfa Romeo, y las siglas cuya primera palabra no empieza por /a/ tónica, como la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos).
Otro asunto muy diferente es el hampa: ‘conjunto de maleantes, pícaros y rufianes que viven al margen de la ley o que se dedican a cometer delitos’, según la definición del Diccionario Clave (Editorial SM).
Tu primer párrafo me resulta oscuro y prometo meditarlo con detenimiento.
ResponderEliminar"La almohada" es también una excepción, ¿no? (como me digas que está mal y es "el almohada", ya es que me tapo la cara con las manos y no respiro)
Un beso
Mi intención con el primer párrafo no es oscurecer nada, sino todo lo contrario. Aunque algunas palabras las he escrito con ironía. Tú medita lo que necesites y después pregúntame si quieres.
EliminarEs la almohada porque la sílaba tónica (acentuada) es la ha. Es lo que se denomina acento prosódico (de la pronunciación), que no tiene reflejo en la escritura mediante una tilde. Aquí, pues, no hay cacofonía, como ves. Si se pronunciara álmohada, entonces sí la habría. ¿Lo ves claro?
Manuela, es bueno recordar dichas lecciones para evitar errores que pueden estropear un texto. Y es sencillo, ya te digo yo, que así sea. Por eso sigo con especial atención cada entrada que nos regalas para aleccionarnos.
ResponderEliminarUn abrazo y a seguir así.
Esos errores que pueden afear un texto se nos pueden colar a todos, así que hay que repasar mil veces.
EliminarHay montones de asuntos sobre corrección que no tenéis por qué saber, ya que pertenecen al ámbito del corrector.
Gracias por leerme con atención.
Un fuerte abrazo.
Te cuento: estoy por dar la dirección de tu blog a algunos alumnos -me da que te lo digo todo...;)
ResponderEliminarB7s
Pues, si lo consideras conveniente, me parece bien. Me fío de tu criterio. También depende de la edad que tengan.
EliminarBesos.
En casi todo de acuerdo, y digo en casi porque lo de la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) lo dice mal hasta el Director del colegio de mis hijas... Tomo nota y ya nunca más diré el AMPA; mea culpa.
ResponderEliminarGracias, ¿qué más te puedo decir?, que eres una magnífica docente.
Besos.
Towanda, lo que suele decir la gente es 'el AMPA', aunque no es lo correcto.
ResponderEliminarEs 'la AMPA' y 'la APA' porque se refiere a la 'asociación' (no *el asociación). Como son siglas no se aplica la regla de usar 'el' ante palabras femeninas que empiezan por /a/ tónica (acentuada). Además, la primera palabra de la 'Asociación de Madres y Padres de Alumnos' no comienza por /a/ tónica. Tú no tenías por qué saberlo, pero el director sí. 'El hampa' queda claro que es otra cosa.
Gracias a ti, bonita, por el elogio, aunque no soy docente en el sentido más estricto de la palabra.
Una de besos.
Siempre instructiva, es un placer leerte, porque además, lo haces fácil y nada pesado.
ResponderEliminarTengo una amiga que es directora de colegio jubilada, cuando me contaba los problemas que había tenido con "el AMPA" yo siempre pensaba en "el hampa" y estaba francamente preocupada que gente así estuviera en colegios. Es cierto, no es un chiste. Y lo malo es que tardé semanas en darme cuenta del error.
Besos.
Qué bueno, Merce. Yo también tengo despistes de ese tipo. Creo que es porque aún conservamos mucha inocencia, al margen de la edad.
EliminarUn amigo mío opina que en muchos colegios esas asociaciones de padres son casi como un hampa, pero yo no tengo suficiente información para opinar sobre esto.
Muchas gracias. Para mí es un placer que me leáis, y que os sirva de algo, claro.
Otra de besos.
Jo, no me riñas que era broma...
ResponderEliminarsnifffff
;P
¡Que no, rey! Que no te riño...
EliminarYa siento que lo hayas visto así. No era mi intención, de verdad.
Si yo lo que quiero es que se me comprenda.
Buenas noches.
Un placer seguir tu blog, en cada entrada nos das más confianza ante la página en blanco.
ResponderEliminarRubén, tú siempre tan generoso... Muchas gracias.
EliminarManuela,
ResponderEliminarQué bueno es venir a verte y recibir un poco de luz sobre estos asuntos que se empeñó es oscurecer aquella ministra, Bibiana Aido, y que nos hizo reír mucho.
Abrazos
Estimado Antonio:
EliminarPensé que te habías olvidado de mí (snif), así que me alegra verte de nuevo por aquí.
Ya veo que has pillado la ironía del primer párrafo.
Ay, si solo fuera la exministra Aido la que insistió con el llamado lenguaje inclusivo...
Más abrazos.
Esta entrada es magnífica para mis clases de español. Gracias.
ResponderEliminarMe alegra ver que no soy la única persona que no se ofende cuando se utiliza el masculino como genérico, porque como bien dices, el género nada tiene que ver con el sexo. Me parece que hay cosas más importantes que tenemos que cuidar y corregir en cuanto al uso de la lengua que esas nimiedades.
Besos.
Gracias por tu comentario. Me alegra que te sirva la entrada.
EliminarEn mi opinión, los desdoblamientos del lenguaje no suelen ser necesarios, aunque ahora muchos los usen en pro de una supuesta igualdad que quieren hacernos creer al usarlos. La igualdad tiene otras formas de demostrarse.
Te copio un fragmento del magnífico artículo titulado Lenguaje inclusivo, que escribió el filólogo Cristian Fallas Alvarado (puede leerse en su blog http://filologocfa.blogspot.com):
«Quienes defienden el uso inclusivo arguyen que el género masculino es excluyente. Sin embargo, si esto se analiza detenidamente, se comprueba lo contrario. La oración Los niños pequeños son muy indefensos se refiere a mujeres y varones; en cambio, Las niñas pequeñas son muy indefensas solo puede referirse a mujeres y, por tanto, quedan excluidos los varones. Como se puede ver, el masculino es el género inclusivo, y el femenino, el exclusivo. De acuerdo con lo anterior, en gramática se habla de género marcado (femenino) y género no marcado (masculino).
Precisamente por tener el español un género no marcado (o inclusivo), que coincide con el masculino, es este el que se emplea de manera general para abarcar lo femenino junto con lo masculino, excepto en algunos pocos casos como brujos o monjes, que no abarcan a las brujas y a las monjas, respectivamente. Por esta razón se puede hablar de una reunión de padres de familia y no se excluye a las madres por emplearse el sustantivo padres; también se puede hablar de una asamblea de profesores y se entiende que se reunieron las mujeres docentes y los varones docentes. Igualmente, si se habla del cuidado de los gatos, no se excluye la posibilidad de cuidar gatas; ni se excluye a una filóloga cuando alguien dice que requiere la opinión de un filólogo. [...]
Hay casos en los que el desdoblamiento es prácticamente imposible, como en Ella y él están casados. No se espera que nadie, para evitar una supuesta discriminación, recurra a circunloquios como estos, que hasta pueden cambiar un poco la interpretación: Ella está casada con él, y él está casado con ella». [...]
Besos.
Muchas gracias.
EliminarUn beso.
Un artículo estupendo, Manuela, que más de uno y de una debería leer. Aunque me temo que no serviría de nada, pues ese empeño en mezclar el género y el sexo, me temo yo que va más allá de una mera y pretendida corrección política. Pero ese sería otro tema.
ResponderEliminarAh, la distinción entre la Ampa y el hampa,je-je, qué bueno.
Ángeles, casi te respondo lo mismo que a Lo Siento por Interrumpir... No sé yo si arreglaremos esto de confundir género y sexo. Difícil lo veo, porque a algunos no les interesa.
EliminarLo de la AMPA y el hampa puede llevar a más de una confusión, por eso lo incluí.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo, guapa.
Mira por donde has despejado una duda, me refiero al tema de escribir "el Ampa" nunca estaba segura, pensaba que era la, pero como mucha gente utiliza el, me sentía insegura.
ResponderEliminarY sí, por ahí están muy "cansinos" con el llamado lenguaje inclusivo.
Besitos
Elysa, me alegro de haberte resuelto una duda y de que opinemos lo mismo sobre esta cuestión.
EliminarGracias por la visita.
Un abrazo y besos.
Hola otra vez.
ResponderEliminarAunque está muy feo autocitarse, te dejo un enlace por si te apetece echarle un vistazo: http://juguetesdelviento.blogspot.com.es/2009/04/los-correctos-incorrectos.html
Saludos.
Gracias, Ángeles.
ResponderEliminarAutocitarse está feo cuando resulta pretencioso y pedante, y no es tu caso. Ya sabes que aquí puedes hacerlo cuando quieras porque así nos das la oportunidad de leer tus estupendos artículos.
En este caso, estoy nuevamente de acuerdo contigo. No obstante, siento decirte que la RAE recomienda emplear perita y no el masculino la perito.
Por suerte, sigue considerando piloto común en cuanto al género, pues se libran de hacer el femenino las palabras cercanas al ámbito militar (también copiloto y sobrecargo).
Un abrazo.