Desde la publicación de la nueva Ortografía de la lengua española (2010), lo correcto es escribir las locuciones latinas con su grafía original, es decir, sin añadir tildes, ya que estas pertenecen a nuestro sistema de escritura, no al latín, que no las lleva. Así pues, hay que tratar los latinismos crudos, o sea, que no han sido adaptados al español, como tratamos las palabras o expresiones de otro idioma (extranjerismos): deben escribirse en cursiva y sin tilde.
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El Mundo, noviembre de 2012 |
La locución latina ad libitum significa 'a gusto, a voluntad, a capricho, a elección'.
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El Mundo, noviembre de 2012 |
La escritura correcta de esta locución latina es motu proprio, sin la preposición de y con dos erres en proprio. Significa 'de manera voluntaria, por propia iniciativa'.
Sí deben llevar tilde las palabras tomadas del latín que han sido adaptadas a nuestro idioma. Como es lógico, se escriben siguiendo las reglas generales de acentuación: currículum (ojo, pero curriculum vitae [expresión latina]), hábitat, pódium, accésit, vademécum, déficit, álbum, facsímil, referéndum, solárium, etc.
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El Mundo, noviembre de 2012 |
In extremis: literalmente, 'en las últimas'. En este caso, significa 'al final, en los últimos instantes de una situación peligrosa o comprometida' (DLE).
Si no estamos seguros de que el latinismo que vamos a emplear es correcto, siempre es mejor que usemos la expresión en español, así evitaremos caer en el error y que nos tachen de pedantes.