Hoy
en día, los lingüistas están cansados de repetir que el género
gramatical nada tiene que ver con el sexo.
Me
relajaré un poco y no seré tan purista: una cosa es que se utilice alguna vez la arroba para integrar los dos géneros en los correos dirigidos a familiares y amigos, circunscritos al ámbito privado, donde el lenguaje se relaja y suele escribirse de un modo más coloquial, y otra muy distinta que se emplee en escritos
públicos, donde debemos seguir la norma.
En
este caso que os muestro, esta doble mención que propone la arroba es, además, innecesaria, puesto que
más abajo especifica Ellas y Ellos.
Parece que no queda suficientemente claro que el artículo masculino plural los comprende por igual a los individuos de ambos sexos. ¿Cuál es, pues, el obstáculo para no usar el genérico masculino?
Decimos Me gustan los tigres, no Me gustan los tigres y las tigresas. Igual que solo podemos decir las cigüeñas, porque cigüeña no masculiniza.
Os
copio la información que nos facilita el Diccionario panhispánico
de dudas con relación al uso de la arroba:
Para evitar las engorrosas repeticiones a que da
lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión
a los dos sexos (los niños y las niñas, los ciudadanos y ciudadanas, etc.),
ha comenzado a usarse en carteles y circulares el símbolo de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en
una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este
signo parece incluir en su trazo las vocales a y o: *l@s niñ@s.
Debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo
lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de
vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula
integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre
en *Día del niñ@, donde la contracción
del solo es válida para el masculino niño.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Manuela. Yo cuando lo uso (que quizá peque de ello a menudo) lo hago más como un recurso gráfico antes que una regla gramatical. Una parte de diseño web para que sea más llamativo, pero no veo la necesidad, dada la riqueza de nuestra gramática, de utilizarlo indiscriminadamente y mucho menos en textos más "serios".
ResponderEliminarGracias por enseñarnos un poquito más y acercarnos a las buenas maneras de la escritura ^^ Ya tienes otra seguidora ;)
Un abrazo ^^
Yo tengo pendiente desde hace mucho tiempo escribir una entrada sobre la tan traída y llevada «perspectiva de género». En más de una ocasión me he pronunciado al respecto y, en términos generales, me parece bastante prescindible.
ResponderEliminarUn abrazo (y mil gracias por el capote; acabo de leerte).
Carol:
ResponderEliminarGracias a ti por venir. Me hace ilusión que personas nuevas se vayan animando a dejar unas letras.
Azote ortográfico:
Esto del género gramatical da para más entradas, así que alguna más caerá...
Con respecto al capote, es lo normal, no pude contenerme; intervine también por lo que me toca.
Un abrazo para ambas.
Que digo, mari, que los peores los de la familia. Será por aquello de la confianza.
ResponderEliminarPero aquí me tienes, dispuesta a enmendar la falta. Buenísimo el blog, se nota que trabajas mucho y bien. A ver si te ve una editorial de las importantes y se da cuenta de lo buena profesional que eres, leñe.
Un abrazo, prenda.
¡Hola, Vichoff!
ResponderEliminarMe has subido la moral para todo el día, aunque, según están las cosas, lo de la editorial sea harto difícil...
Muchas gracias por venir, reina.
Otro abrazo para ti.